sábado, 17 de agosto de 2013

Llegar a Constitución luego de una semana complicada en los subtes

   Luego del descarrilamiento que anteayer sufrió un vagón de la línea B de subtes en la estación Juan Manuel de Rosas, inaugurada día atrás, por falta de señalización parecía ser que ayer por la mañana el servicio se encontraba funcionando de manera correcta. Hasta que un maquinista, por temor a otro imperfecto, resolvió por sus propios medios no salir.
Esto hizo enfurecer a una mínima parte de los habituales pasajeros, que hartos de llegar tarde a sus trabajos, decidieron tomar iniciativa. “Los usuarios le pegaron al maquinista”, admitió Eugenio uno de los empleados de Metrovías, y agregó que “todo esto es culpa del Gobierno de la Ciudad, porque tendrían que haber hecho las obras 6 meses atrás”.
Además, varios de los compañeros de trabajo del hombre agredido, se encontraban en una capacitación para “poder manipular” los nuevos vagones, lo que hace que disminuya el personal a cargo de los viajes, y con la extensión de las paradas (Echeverría y Rosas) hay más gente que utiliza este medio, por lo que “se complica el tema”, admitió Eugenio.
“Siempre tardo 25 minutos, hoy tardé como 1 hora”, se quejaba ayer una señora que todos los días a eso de las 9 de la mañana toma el subte desde Rosas para llegar a su trabajo. Por otro lado, varias personas, al enterarse del retrasó de la línea B, optaron por los distintos medios alternativos, como lo son los colectivos y el Metrobús. “Llegamos en 40 minutos, casi lo mismo que haciendo combinación de subte”, indicaron sorprendidas dos chicas que venían desde Scalabrini Ortíz y Corrientes y bajaron del 168 en Plaza Constitución.

Otro joven opto por tomar el subte hasta la 9 de Julio y una vez allí el Metrobús,. Tardó un total de 35 minutos partiendo desde Villa Crespo. “No pensé que iba a llegar tan rápido”, afirmó, y agregó que “es la primera vez que tomo esta nueva obra de Macri, al fin algo bueno”.

Crónica Voto joven

La noche anterior no salió, prefirió acostarse temprano y descansar como le aconsejaron en su casa. El domingo a las 10 de la mañana le sonó la alarma del celular con una canción en inglés y se levantó como si nada. "Total estoy acostumbrado a levantarme temprano para ir al cole", afirmó Bruno,"Bru" para los amigos. En toda la noche no pudo pegar un ojo, esperando el gran día. Ya sabía de antemano a quién iba a votar y por qué motivo lo haría, pero de todas formas se encontraba nervioso, confesó, porque no sabía con qué se podría encontrar.
Aunque cualquier chico de su edad tomaría una chocolatada o un jugo de naranja, él se sirvió una taza de café para estar bien despierto y salió temprano por temor a tener que hacer una gran fila. Se calzó unas zapatillas Converse blancas, se puso la campera abrigada sobra la camiseta de boca, una de sus pasiones y caminó unas cinco cuadras con su madre hacia el colegio correspondiente según su dirección y letra del apellido.
"Voy a votar lo que votarían en mi familia", afirmó Bruno en la esquina de Gurruchaga y Aguirre, parado junto a su mamá, una mujer de mediana edad, de nacionalidad española. Minutos después el joven de tan sólo 16 años entró a la Escuela Australia del barrio de Villa Crespo, subió dos pisos por las escaleras de granito rojo y se dirigió a la mesa 6939 donde un muchacho lo recibió con una gran sonrisa y le pidió el documento. "Espero que no me aplaudan por votar por primera vez", le susurró a su madre en el oído, la cual confesó que no tiene la menor idea de cómo es votar en este país, por eso lo acompañó para tener alguna experiencia, ya que María, española, nunca inició el tramite para la nacionalidad argentina.
"Qué culo que tengo", gritó entusiasmado Bru al ver que en su mesa no había personas delante de él y entró de manera acelerada al “cuarto oscuro”, el aula de 4to grado, la cual se encontraba con todas las ventanas tapadas con papeles de diarios.
Luego de un rato se abrió la puerta y salió de manera lenta, chequeó que el sobre estuviera bien cerrado y lo depositó en la urna. "Fue una boludez", comentó y abrazó a su mamá quien lo esperaba junto a la escalera para bajar juntos.
"No milito en ningún partido, voy a un colegio de monjas y no entiendo de política", le contó a un hombre mayor que se acercó, sorprendido por la participación de alguien de su edad. "Renové el documento cuando cumplí 16 y quise aprovechar para votar en nombre de mi mamá", agregó el adolescente luego de mirar de manera extraña al señor que le hacía preguntas que no eran de su agrado. 
   Se ató los cordones, que se le habían desatado en la inmensa rampa que va desde la entrada de la escuela hasta la calle, miró una vez más el papelito que le dieron como constancia de su voto, suspiró y se retiró para el lado de la Avenida Córdoba, sabiendo que al menos alguien de su familia tuvo participación en estas elecciones. el documento cuando cumplí 16 y quise aprovechar para votar en nombre de mi mamá", agregó el adolescente luego de mirar de manera extraña al señor que le hacía preguntas que no eran de su agrado.
Se ató los cordones, que se le habían desatado en la inmensa rampa que va desde la entrada de la escuela hasta la calle, miró una vez más el papelito que le dieron como constancia de su voto, suspiró y se retiró para el lado de la Avenida Córdoba, sabiendo que al menos alguien de su familia tuvo participación en estas elecciones.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Entrevista a Federico Molinari



Federico Molinari: “Hay que hacer una buena campaña para que crezca este deporte”

   El gimnasta rosarino, Federico Molinari, quien llegó a la final en anillas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en diciembre mostrará una nueva faceta de su vida ya que debutará como artísta en el elenco “Stravaganza, estados del tiempo”, la nueva obra de Flavio Mendoza.


— ¿Cómo fue que te llegó la propuesta para esta obra?

—    Me habían ofrecido ser parte antes de los Juegos, pero en ese momento estaba a full con el entrenamiento y no tenía tiempo. Cuando volví me llamaron de nuevo y acepté.


— ¿Por qué decidiste formar parte del elenco de Flavio Mendoza?

—    Porque es una forma de crecimiento artístico, que me sirve en lo económico, y también, así puedo difundir la gimnasia en la Argentina. ¡Hay que hacer una buena campaña para que crezca este deporte!


— ¿Con este contrato la gente va a conocer más el deporte?

—    Sí, ya que va a ayudar de alguna manera porque todo el tiempo se va a estar hablando más de la gimnasia, en particular de las anillas.


— ¿Por qué crees que no es un deporte tan popular como el fútbol?

—    En este país no se le da la importancia necesaria a los deportes amateur ni a los que tienen que ver con los Juegos Olímpicos. Pero me parece que de a poco se están tomando más en cuenta porque ven que con estos deportes se puede ganar un medallero para el país.


— ¿Además de ser gimnasta tenés algún otro trabajo?

—    Sí, ahora estoy con esto de Stravaganza y soy profe de gimnasia en varios lugares, acá en el CENARD, en el Parque Sarmiento y me ofrecieron para otros lados, pero ya eran demasiadas cosas. Tengo 28 años y no puedo dedicarme solo al deporte, aunque hoy por hoy es lo que me da de comer.


   Los padres de Federico son profesores de gimnasia y de chico siempre lo llevaban a pasar las tardes en el gimnasio de San Jorge donde se fue familiarizando con el deporte.


  ¿Además de tus padres y vos, alguno más de tu familia es deportista?

—    Sí, mi hermano de 25 años hacia gimnasia pero ya se retiró y se dedica a otra cosa y mi hermanita que va a cumplir 12 años también entrena acá pero de una manera más tranquila, no es tan fanática como era yo a su edad (risas), aunque le gusta hacerlo.

 ¿Tuviste que dejar muchas cosas de lado para poder dedicarte a pleno?

—    No tantas cosas. Pero tuve que tomar una decisión muy importante cuando me vine a vivir solo a Buenos Aires porque en San Jorge no tenía para estudiar y quería seguir estudiando y entrenando a la vez. Respecto a la secundaria y eso no me puedo quejar, me fui de viaje de egresados y  salía a bailar con mis amigos. Igual me tenía que cuidar en muchas cosas.


 ¿Cómo te cuidás con la comida?

—    Cuando tengo una competencia importante me cuido mucho, trato de no tomar alcohol y me limito con las comidas; tengo una dieta normal equilibrada. Lo principal es descansar mucho y no salir antes de las competencias. Una vez que clasifique obviamente que festejé con mi familia y descorché (risas) y demás, pero siempre el objetivo deportivo esta por encima de todo.


 ¿Alcohol no tomas nunca?

  — Sí, tomo, pero por ejemplo tres meses antes de los Juegos Olímpicos cero. Me encanta el fernet con coca y ahora que no estoy con torneos importantes lo hago sin ningún problema, muy tranqui.


   En el año 2005 Molinari tuvo una lesión muy grave en el hombro y debió operarse de forma inmediata, motivo por el que llegó a plantearse abandonar la gimnasia, pero gracias al apoyo de su familia y su novia, Paula Cancio, pudo salir adelante.


 ¿Cómo te encontrás de la lesión?

  — Muy bien. Pude hacer una buena rehabilitación aunque tuve un pequeño bajón el año pasado (2011) pero después me levanté y creo que es un paso superado. Me molesta de vez en cuando pero trato de tener los mejores recaudos y de cuidarme lo mejor posible.


 ¿El estado te cubrió los cargos de la operación?

  — Siempre trabajé con los médicos del CENARD pero la operación la cubrió mi obra social. Ahora estamos cubiertos por el ENARD que nos banca en todos los entes importantes.


   Del 25 de septiembre al 7 de octubre se realizara el XLIV Campeonato Mundial de Gimnasia en Armberes, Bélgica, donde Federico participara representando a nuestro país en la disciplina de anillas y suelo.


 ¿Ya te estás preparando para Bélgica 2013?

—    Estoy haciendo cosas para llegar bien en su momento. En la actualidad estoy mejorando mi salida que es en lo que fallé en los últimos Juegos y estoy practicando una salida más simple pero que todavía no me sale del todo bien. Pero si la practico creo que puedo obtener un muy buen resultado.


   En Londres 2012 quedó en octavo lugar por haber perdido un punto entero a causa de haber tenido un error en la salida de su serie de anillas y terminó sin ganar ningún medalla.


 ¿Si no te la jugabas podrías haber obtenido mayor puntaje?

—    Sí, pero ese mayor puntaje me hubiera permitido estar en el séptimo lugar así que no era un gran avance. La idea era arriesgarme y ver si podía llegar a la medalla. Quedar séptimo u octavo no me cambiaba mucho.


   Para poder clasificar en los Juegos estuvo practicando  los seis aparatos de gimnasia (anillas, barras paralelas, salto del potro, caballete con arzones, rutina en suelo y barra fija), pero solo compitió en suelo y en anilla donde se destacó.


 ¿Por qué solo competiste en dos disciplinas si te entrenaste en demás técnicas?

—    Porque la Federación Argentina  de gimnasia me esta apoyando para que me siga especializando más en anillas y la rutina de suelo solo la hice como táctica para entrar en calor.
   Como consejo, Federico recomienda que “cada uno tiene que hacer lo que le gusta porque el hecho de hacer algo que realmente te gusta te lleva a lograr grandes resultados”.
Por Sol Goldin


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Homenaje al cine de los 80



La película “Rompecorazones” comienza en Mónaco, donde se deja ver que Alex Lippi (Román Duris), junto a su hermana (Julie Ferrier) y el esposo (Francois Damiensc), conforman un grupo especialista en desarmar parejas. El “rompecorazones” es contratado por un millonario, el cual pagara millones de dólares para impedir que su bella hija, Juliette (Vanessa Paradis), se case con un adinerado banquero por el solo motivo de no simpatizarle.
Este film es dirigido por Pascal Chaumeil y es el primer largometraje que el presenta. Es un homenaje a las grandes obras de amor y musicales de Hollywood de los años 80, en especial a Dirty Dancing – Havana Nights (1867).
La música esta a cargo de Claus Badelt y se pueden oír distintas adaptaciones de las canciones de la banda sonora del musical hollywoodense, entre ellas The time of my life, melodía que Alex baila junto con Juliette, imitando la coreografía de la escena con la que los protagonistas, Johnny Castle (Patrick Swayze) y Baby Houseman (Jennifer Grey) llegaron a la fama.
El relato engancha de una manera rápida, porque se trata de una historia de amor muy divertida; con personajes muy particulares, como lo es la amiga despiadada de la novia, que a toda costa quiere encamarse con el empleado y termina cayendo en su propia trampa. Esto no es muy común en las películas de origen frances. Pero aquí, se ve reflejada la vuelta de tuerca que el director, con la ayuda del guionista, Laurent Zeiton, quisieron darle al film, para no caer en el estereotipo de siempre y pasar a ser algo más original.
Es factible destacar la excelencia del guión y las actuaciones. Brilla la participación de Román Duris, quien recibió un premio como mejor actor en el Boston Festival. Lo que si es criticable es la gran cantidad de escenas que no dicen mucho, como lo son algunas que solo muestran paisajes de la ciudad (fiel al estilo frances).
Por Sol Goldin

Titulo: “Rompecorazones” (Nombre original: Larnacoeur)
Origen: Francesa
Año: 2011
Director: Pascal Chaumeil
Actores: Roman Duris, Vanessa Paradais, Julie Ferrier y Francois Damiensc
Genero: Comedia-Romántica